El
año que pasó se llevaron a cabo procesos directamente involucrados
con lo que llamamos académico, a decir verdad historia fue uno de lo que podríamos llamar “bendecidos”
al otorgarnos dos vacantes en el proceso de contratación, sin embargo el teatro
cambio de guión y de protagonista tempestivamente quedando a los que siguieron
el proceso (estudiantes, profesores y egresados) sorprendidos, decepcionados,
frustrados, iracundos ante tal iniquidad con un grado importante de desfachatez
por parte de los que sin argumento ético y lógico hicieron posible que todo el
proceso se anulara y sigamos viéndonos como ya estamos acostumbrados: cayendo
cada vez más hondo en el valor académico de nuestra carrera (no sé si esa
palabra es la correcta) en un hoyo que es nuestra realidad que si continua
como va, no tendrá fondo.
Pero
a pesar que el tema de la contratación ha sido muy sonado, no fue lo único
involucrado con temas relacionados a profesores, estudiantes, búsqueda de
mejora académica, etc.; sino que algunas semanas antes se llevó a cabo otro proceso
casi de igual importancia (a mi criterio) al de Contratación Docente, me
refiero al también proceso de “Ratificación Docente” el cual explicándolo finamente
es evaluar a un grupo de profesores para asegurarnos que estos cumplan con lo
necesario para enseñar en la «gran» Universidad Nacional Mayor de San Marcos
con el objetivo –supongo- de separar a los que no cumplen con el nivel necesario
para dejar de escribir «gran» con las comillas en cada lado (con sentido sarcástico)
y que nuestra casa de estudios sea de vedad considerada GRAN en lo que respecta
al nivel académico. Menciono esto porque así como la mayoría se enteró que se
viene otro Proceso de Contratación, de igual manera se viene otro Proceso de
Ratificación, en los cuales debemos estar al tanto con lo que se quiera hacer,
vigilando que estos no sean una vez más herramientas políticas para ensanchar
el poder que les permite pasar por encima y tan descaradamente por asuntos
completamente legítimos sin alguna respuesta efectiva que contrarreste la
situación.