lunes, 11 de marzo de 2013

Sobre Contratación y Ratificación. Un silencio que asusta.


Ya se cerraron dos procesos muy importantes en lo respecta a nuestra Escuela: se aprobaron de una manera insultante los procesos tanto de contratación como el de ratificación. Y el balance que sacamos de ello es que, envés que estos procesos sean de lo más beneficiosos para la comunidad académica de Historia en San Marcos, en especial para los estudiantes; por el contrario, que se haya aprobado estos dos procesos solo nos hace caer más bajo en lo que refiere a calidad académica. Simplificando un poco: esto no nos favorece en nada.

En lo que respecta al proceso de Ratificación, todos los profesores seguirán enseñando por lo menos tres años más, depende si son auxiliares, asociados o principales -aunque en esta ocasión la mayoría fueron asociados, entonces su siguiente ratificación será dentro de cinco años, o sea en el 2018-. Para ello yo seguramente ya no estaré estudiando aquí, pero aun me quedan tres años y al igual que yo, las bases que me siguen (la 12, 13, 14, 15) “gozarán” de algunos profesores (lamentablemente aún), que son considerados en el ámbito académico no de los mejores por decirlo menos. Algunos de ellos en mi opinión.  

Los que tenían que ser evaluados en esta Ratificación fueron: Raúl Adanaqué, Ruth Borja, Carlos Carcelén, Juvenal Luque, Héctor Maldonado, César Puerta, Francisco Quiroz y Daniel Vizcardo. Podríamos tener algunas diferencias de ideas en uno o dos de si se deberían ratificar o no, pero hay uno que otro que de verdad ya no deberían enseñar. Muchos de ustedes conocerán a todos estos y serán consientes de cuáles son sus publicaciones, su desempeño como profesor, si es actualizado o sigue con métodos anticuados de pedagogía, cargos administrativos, etc.

Estos son dinosaurios que solo se quedan para vivir en la Facultad mas no por que su permanencia valla a favorecer a la “carrera” en los aspectos más positivos posibles. Una de las razones del porque aprueban es la flexibilidad al revisar los expedientes por parte de los evaluadores (que ya todos conocemos, porque en la Ratificación hubo participación casi nula por parte de los estudiantes) es muy notoria y no les avergüenza decirlo. En muchas oportunidades tanto Waldemar Espinoza como Emilio Durán decían que: “la idea nos es botarlos” es por eso que cuando había uno que otro punto en duda, el “beneficio de la duda” lo tenían ellos, regalándoles los puntos. Cuando nosotros respondíamos que nuestra idea tampoco es botarlos pero que deberían tener lo que se merecen, además, ¿que mas beneficio que el lastimoso puntaje para aprobar la ratificación? Y es que un profesor asociado –como fueron la mayoría de profesores–  para seguir enseñando en la Facultad, necesitan llegar solo a los 40 puntos sobre 100 posibles. Eso no es nada exigente, es por eso que siempre los profesores se ratifican y como lo manda la tabla, no se puede hacer nada. Entonces, si pensamos que la tabla no es responsabilidad de la Facultad, ni de los propios integrantes de la comisión. Concluye que la baja exigencia académica está en todo San Marcos.

El Concurso Docente, muy sonado, “indignante”; también fue aprobado en Consejo de Facultad. A pesar que se reclamó (por facebook) bastante, nos ganaron en votos (nos aplicaron el tercio móvil, o sea como estudiantes siempre seremos la tercera parte del grupo de profesores, entonces si en el Consejo solo hay nueve profesores (como pasó en el Consejo de Facultad) los estudiantes que tendremos derecho a voto solo seremos tres, aun así hayamos asistido todos los estudiantes (6) y es por eso que siempre seremos minoría y aunque a muchos les choque y no lo entiendan esa es la razón del porque a veces se tiene que conversar con los profesores de oposición, que no son necesariamente un grupo unido (me refiero al llamado “Acuerdo Institucional”, al supuesto “Acuerdo Institucional”)).

La semana pasada revisaba el SUM y de pura casualidad noto que ya habían publicado las “cargas académicas” de Historia; y en la parte titulada “Ciclo 0” se encuentra el curso al cual postulo “el nuevo”: Seminario de Geopolítica. Pero no lo enseña él, lo enseña nuestro Director de Escuela: Julio Buenaño Olivo. No entiendo. Ensayando respuestas, me quedaba con el que me comento una estudiante de Historia como yo: “que no aparezca los profesores de los dos primeros ciclos es porque la Escuela no los mando al SUM, no mandaron a Castillo a enseñar cursos que se dictan a partir de tercer año porque muchos estarían en su contra. Y lo mandaran a enseñar los cursos de pre-grado para que reciba popularidad ante “cachimbos” emocionados por su manera de enseñar muy parecido al de una academia”. Algo como cuando algunas de esas dicen: “Vive la academia como en la Universidad”. Y tendrían razón.  Estaría convencido de esa respuesta si es que no tuviera una que otra duda con respecto a cuando debería estar trabajando Castillo y más dudo cuando vi que este lunes aparecieron los cursos y profesores de los primeros años. Sin embargo Castillo tampoco aparece. ¿Cuándo comenzará a enseñar el especialista?

Sin embargo, la última etapa de estos procesos es el “Consejo de Facultad”, en la cual se tiene que decidir voto a voto si cuyos procesos (en este caso) se aprueban o no. Estos consejos se dieron y fueron muy desalentadores. Por ejemplo en el Consejo del día 22 de febrero que tenía como punto la aprobación del Concurso Docente, por el sector de Rueda habían venido Waldemar, Wong, y Yolanda Valentín. Expusimos nuestros puntos del porque debía “eliminarse el Concurso”; tanto por la tabla, la casi nula participación de estudiantes en el proceso, las mañas ocultas entre el ganador y los integrantes de la comisión. Pero, según ellos no eran razones suficientes para la anulación del Concurso. Por parte del sector mayoría solo estaban la profesora Delgado More y Morales. Y como ya lo había explicado solo podíamos votar tres del tercio estudiantil, a pesar de haber venido más. Si contamos los votos a primera vista quedaríamos empate y de ahí no se hubiera podido posponer a una siguiente con el suficiente número de profesores de oposición para que voten en contra y tal vez poder lograr que se anule. Sin embargo a la hora de la votación todos (tercio y mayoría) votamos en contra menos el profesor Morales (arqueología). Él se abstuvo, su razón es porque había irregularidades. Creo que el voto más lógico si es que ese era su argumento era en contra, pero prefirió abstenerse. No es la primera vez que lo hace.  Y es así como fue que perdimos. En total solo votaron 8 personas de 20 que formamos parte el Consejo de Facultad: Votaron a favor de la Contratación los 4 antes mencionados -Rueda, Wong, Valentín y Waldemar-, en contra dos del Tercio Estudiantil Mayoría, el representante del Tercio Minoría no se presento (para variar) y la profesora Delgado More de Geográfía como único voto por parte del sector mayoría de profesores (valga la redundancia) pues Morales apelando a su inocencia y desinformación en este punto de contratación tan sonado se abstuvo. ¿Que pasó con los demás profesores?, me refiero a Reyes y  Mejía. Ananías mando un comunicado diciendo que por problemas de salud no podía asistir al Consejo, Zapatero ya nunca se presenta por que retiró su licencia, Reyes va cuando quiere y como punta de la cereza el Profesor Ríos Burga justo en el momento de la votación le da un ataque estomacal que lo manda al baño, pidió permiso para retirarse al lugar que mencioné y no apareció hasta el fin del Consejo de Facultad, una hora después.

Una mención aparte quiero hacer con una persona que preferí no tocarlo anteriormente, me refiero al representante del Tercio Minoría, Luis Rodríguez. Quien postuló conmigo al tercio pero en bandos diferentes. Recuerdo a partir de sus palabras su defensa de la academicidad en la Escuela.  Ahora escribe un Blog explicando sus razones –entre otras cosas– del porque el declive de este. Cuando una de las razones, tal vez no la más importante o influyente, es el compromiso por parte de los representantes. Sin embargo, en los momentos más necesarios se desentendió y el compromiso político que una vez dijo tener mediante palabras en tiempo de campaña se esfumó. 

El sector mayoría que si siempre es mencionado por mí; es un grupo inestable, movido en su mayoría de veces por intereses personales. Cada uno empuja su coche y si al otro le gusta apoya y si no le gusta no apoya. Un grupo que ganó unas elecciones y que se preguntan ¿para qué? No tienen una posición. Y les va como les viene lo que pase en la facultad si es que ello no los afecta, pero como individuos. Con ellos no se puede contar si es que no se ha hablado con cada uno de ellos para preguntarles si es que nos piensan apoyar. Y muchas veces nos dejan con la respuesta en el aire. Sin embargo si es que se quiere ganar es necesario hablar con ellos, sino que eso no es comprendido. Encima somos criticados y acusados de tranzar con ese grupo, para que, ¿beneficios personales?, por favor, que beneficios. Muchos hablan de que nos pagan por ser Tercio, que vamos a cobrar; son gente que hablan por hablar. A nosotros no nos dan ni un centavo, más bien muchas veces ni nos avisan que va haber Consejo de Facultad o nos llega el correo a media noche y uno de la nada tiene que conseguir dinero temprano ya que los consejos son a las 8 de la mañana, porque está prohibido faltar. Y no solo es pasajes, cuantas veces tenemos que sacar copias, cientos de ellas, ya sea boletines, mosquitos, etc. ¿Quién nos apoya con esas copias?: nadie, nosotros lo pagamos con nuestra plata, gastando de nuestros propios recursos, cuando bien podríamos comprar una que otra lectura con ese dinero, tenemos que gastarlo en ello, con una razón principal: información. Sin embargo nos critican también eso: ¿para qué informas?, eso no sirve de nada.

Este año hay importantes procesos de elección. ¿Cuál es el análisis? ¿Qué vendrá este año? Este año se eligen Tercios y Decanos. Y si gana un Decano de la mismo “grupete” político que el actual y gana un Tercio afines a ellos que permitan que hagan cualquier cosa, nuestro futuro (más como estudiantes) no será muy alentador.

Ahora que hay por lo menos un compromiso mayor por parte no solo de estudiantes (aunque aun es muy poca, si no, no tuviéramos los problemas que tenemos); a estos agregamos a los egresados y uno que otro que ya es profesor. Pero queda claro que el trabajo debe ser en conjunto. ¿De quienes depende el futuro de la Escuela? Y este futuro involucra no solo el campo político.  

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